Te adelantas para abrirme la puerta, me envías flores, caminas por el lado externo de la banqueta para protegerme de los coches, tomas mi brazo para que no tropiece con los zapatos altos; me das tu suéter para que me cobije, cargas mis libros, me traes serenata. Muchas gracias, mi amor, hace tiempo que no recibía ese tipo de atenciones que -si no se hacen por mero formulismo- indican la presencia de un alma sensible. Acabas de tocar a mi puerta y ya te abrí bombón. Y ahora que ya has captado mi atención, papacito, ¿qué vas a hacer para que te deje entrar?, ¿qué vas a hacer para que me enamore de ti?
Juguemos con la palabra ’enamorar', enamorar, digamos... llenar de amor. Mh, para llenar de amor a alguien hay que sentir amor, y esto nada tiene que ver con sentir convierten en una lamentable válvula de escape para quienes no se atreven a mirar el milagro de lo cotidiano ante sus ojos. Festejen con alegría efímera y escandalosa lo que no pueden celebrar en la intimidad de su alma cada día. El amor SÍ existe hermosura, pero para encontrarlo AFUERA, tienes que buscarlo ADENTRO. Ven, cariño, dame tu mano, BUSQUEMOS juntos por unos instantes.
Busquemos... en una playa de arena tibia que toca tu espalda mientras contemplas -tú. y nadie más- un cielo infinito; en la luz de una mirada que contiene todas las respuestas bajo la tarde roja y eterna del sol de octubre; en una carcajada genial que te libera de ataduras y te convierte en un nahual invencible capaz de traspasar la muerte y las miserias de la condición humana; en el coraje de ser fiel; en el hecho de que una necesidad de compañía, consuelo. SEXO o comprensión, cariño mío. SI buscas todo esto, diciendo que buscas amor, tristemente, y con bastante prontitud es probable que surjan los sinsabores y esa terrible saga de desencuentros sentimentales tan común. Enamorar es transmitirle a otra persona el amor que ya existe en tu corazón.
Se trata de algo tremendamente paradójico, bombón, porque cuando tú estás bien, cuando no necesitas amor y lo sientes en tu Interior es cuando suele llegar. Por eso, aunque en lo personal celebro algunos aniversarios, también les temo papacito: porque con frecuencia se conozca y recuerdes siempre, bomboncito, mi pequeño lunar en ei instante mágico en que cierras los ojos y pones tus
Labios muy cerca de los mios: en una cabaña junto al mar la que una noche te atreviste a olvidar los limites del cuerpo y lloraste de alegría mientras me abrazabas desnuda bajo el resplandor de la luna; en dos cuerpos que permanecen juntos luego del sexo, Desprovistos de pensamiento anclados, el uno en el otro, como un embone perfecto, como dos cáscaras de huevo separadas, que hubiesen vuelto a formar, más allá de lo probable, una superficie inmaculada
Juguemos con la palabra ’enamorar', enamorar, digamos... llenar de amor. Mh, para llenar de amor a alguien hay que sentir amor, y esto nada tiene que ver con sentir convierten en una lamentable válvula de escape para quienes no se atreven a mirar el milagro de lo cotidiano ante sus ojos. Festejen con alegría efímera y escandalosa lo que no pueden celebrar en la intimidad de su alma cada día. El amor SÍ existe hermosura, pero para encontrarlo AFUERA, tienes que buscarlo ADENTRO. Ven, cariño, dame tu mano, BUSQUEMOS juntos por unos instantes.
Busquemos... en una playa de arena tibia que toca tu espalda mientras contemplas -tú. y nadie más- un cielo infinito; en la luz de una mirada que contiene todas las respuestas bajo la tarde roja y eterna del sol de octubre; en una carcajada genial que te libera de ataduras y te convierte en un nahual invencible capaz de traspasar la muerte y las miserias de la condición humana; en el coraje de ser fiel; en el hecho de que una necesidad de compañía, consuelo. SEXO o comprensión, cariño mío. SI buscas todo esto, diciendo que buscas amor, tristemente, y con bastante prontitud es probable que surjan los sinsabores y esa terrible saga de desencuentros sentimentales tan común. Enamorar es transmitirle a otra persona el amor que ya existe en tu corazón.
Se trata de algo tremendamente paradójico, bombón, porque cuando tú estás bien, cuando no necesitas amor y lo sientes en tu Interior es cuando suele llegar. Por eso, aunque en lo personal celebro algunos aniversarios, también les temo papacito: porque con frecuencia se conozca y recuerdes siempre, bomboncito, mi pequeño lunar en ei instante mágico en que cierras los ojos y pones tus
Labios muy cerca de los mios: en una cabaña junto al mar la que una noche te atreviste a olvidar los limites del cuerpo y lloraste de alegría mientras me abrazabas desnuda bajo el resplandor de la luna; en dos cuerpos que permanecen juntos luego del sexo, Desprovistos de pensamiento anclados, el uno en el otro, como un embone perfecto, como dos cáscaras de huevo separadas, que hubiesen vuelto a formar, más allá de lo probable, una superficie inmaculada